Exclusión de las trabajadoras sexuales a lo largo de la historia

A lo largo de la historia la prostitución ha sido una actividad protagonizada preferentemente por mujeres lo que refleja la dependencia socioeconómica tradicional de la mujer y la tendencia a explotar la sexualidad femenina.

Aunque a menudo ha sido considerada ‘la profesión más antigua del mundo’, el concepto de mujer como propiedad (vigente en casi todas las culturas hasta finales del siglo XIX, y aún hoy en muchas de ellas) significaba que en la mayoría de los casos los beneficios de la profesión pasaban a los hombres que las controlan y los que las mantienen manipuladas obligándolas a muchas de ellas a realizar la prostitución obligatoriamente y bajo presión económica.

En casi todas las sociedades las prostitutas procedían de estratos sociales bajos y oportunidades limitadas, ya que su servicio sexual era desaprobado y considerado degradante para ellas.

En Occidente, hasta la década de 1960 la actitud hacia la prostitución estaba basada en la idea judeocristiana de la inmoralidad. En los últimos tiempos los investigadores han intentado separar la cuestión moral de la realidad de la prostitución. El mantenimiento de su ilegalidad en muchos países se basa en tres ideas: que la prostitución está ligada al delito organizado, que es responsable de gran parte del delito menor y que es la causa del aumento de las enfermedades venéreas. Hoy estas opiniones están siendo muy criticadas ya que los delitos no siempre parten de los prostíbulos o las prostitutas son parte de ello.

Esta actividad ha dejado de ser una buena inversión para el delito organizado, ya que es difícil de controlar, demasiado visible y produce unos ingresos insignificantes en comparación con los fuertes castigos que conlleva. Está claro que el delito menor (robo, asalto y consumo de drogas) está unido a la prostitución, pero habría que pensar seriamente si es racional tachar una actividad de delictiva con el fin de reducir o controlar otra. Además, las autoridades sanitarias han comprobado que las prostitutas sólo son responsables de un pequeño porcentaje de los casos de enfermedades venéreas.

Las prostitutas abogan por la legalización de su actividad con diferentes argumentos. La legalización liberaría a los tribunales y a la policía de tratar estos casos, dejándoles más tiempo para casos más graves y preocupantes como los continuos asesinatos y delincuencia que cada vez es mayor y difícil de controlar. Otro argumento es la cuestión constitucional de la violación del derecho a una protección igual, ya que la ley penaliza a las prostitutas pero no así a sus clientes.
Si la prostitución es un delito se supone entonces que a quienes se debe castigar es a los clientes tanto como a las prostitutas.

La reinserción de las trabajadoras sexuales que ocupan el centro histórico de Quito a la sociedad.
Como anteriormente se había expresado la prostitución es una de las profesiones mas antiguas que han existido, ya sea por necesidad, obligación o explotación.
Estas mujeres siempre han sido vistas como personas a las que no tienen derecho a la protección, a la seguridad para el desarrollo de su trabajo, ya que se tiene el pensamiento que ellas están involucradas y son parte clave de la delincuencia que cada vez surge mas en el centro histórico de Quito.
Nunca nos hemos puesto a pensar que puede haber tras esa trabajadora sexual a la que no nos es difícil juzgar de la forma mas dura y cruel y sin que sea difícil que venga a nuestra cabeza la primera idea de que se encuentra en ese oficio por gusto propio, también mucha gente esta en total desacuerdo al pensar que sean personas que necesiten tener derechos que las defienda.

Un caso muy particular por ejemplo fue el hecho suscitado hace algún tiempo cuando la oposición y la delincuencia fueron tan fuertes que obligaron a la autoridad a tomar decisiones definitivas para sacar de santo domingo y sus alrededores a las trabajadoras sexuales y reubicarlas a otros lugares, tomando como mejor opción el sector de San Roque decisión que no fue aceptada por los habitantes del barrio por lo que se realizaron un sin número de protestas para evitar que ese “mal” viva junto a ellos con el pretexto que el barrio se vuelva un lugar peligroso.

Entonces a partir de este ejemplo podemos darnos cuenta de la forma como son tomadas las trabajadoras sexuales como se trata de eliminarlas, desaparecerlas por ser las causantes de la destrucción de una sociedad “digna, de altos valores morales” como si fuera una corriente o grupo que hace poco a surgido y a causado daño, cuando la realidad es que han existido desde la antigüedad, según hemos visto en las propias películas incluida las de la religión.

Igual que a todo ser humano ellas necesitan de organizaciones, leyes que las protejan, apoyen para evitar abusos, violencia, agresiones de las que continuamente son victimas por el trabajo que desarrollan.

Estas organizaciones como la red latinoamericana de trabajadoras sexuales que busca la unión de todas las trabajadoras sexuales para exigir sus derechos, como mujeres y seres humanos realizando actividades diferentes como cursos, talleres, seminarios para poder sentir que son capaces de desarrollar otro tipo de trabajos. Con la presencia de los representantes de Alianza Internacional, la corporación Kimirina y de las Naciones Unidas, se lanzó la Red Latinoamericana de trabajadoras sexuales.

La pregunta ahora es saber si será posible para las trabajadoras sexuales realizar otro tipo de actividades que les permita salir del mundo de la prostitución y sentirse lo suficientemente productivas para poder desarrollar un tipo de vida diferente sin que su autoestima y su integridad se sientan afectas, y si por parte de la sociedad sería posible permitirles ser parte de la misma sin que exista ningún tipo de discriminación y pueda darse un desarrollo normal de estas personas sin ser señaladas por su pasado.